jueves, 5 de marzo de 2015

Descansen en paz...

Pues si hablamos de sitios que nos gustan habitualmente ahora tenemos que hablar de los sustos que hemos tenido Cuñada... Lo que nos han cerrado...

No me parece que llevemos tanto tiempo de blog, pero ya han cerrado varios sitios de los que hemos hablado. Y si alguno realmente se veía venir, otros han sido por sorpresa y nos hacen una faena.


Sin que muchas veces sepamos fechas exactas creo que el primero que cerraron fue el Restaurante Seitaro. Este japonés que comentamos hace más de dos años cerró en realidad no mucho tiempo después de que fuésemos, y cuando fuimos tampoco llevaba demasiado abierto así que duró poco. En su lugar ahora hay algo relacionado, un sushi para llevar creo, pero nada que ver con el restaurante. Este sitio la verdad es que en Sevilla y el lugar que estaba no pegaba del todo, tenía buena calidad, por encima de la media, pero incluso teniéndolo en cuenta era caro para esta ciudad teniendo la oferta que tienes. Así que se puede entender que no llegase muy lejos, aunque la comida era buena.


El siguiente en caer de la lista creo que fue el Restaurante Taj Mahal. Este hindú tiene dos restaurantes en Sevilla y el que ha cerrado es el que enseñamos aquí, mientras que el otro parece que sigue abierto. Pero este que enseñamos era un lugar muy muy céntrico. Era el típico hindú en cuanto a carta y comida, pero está claro que en Sevilla no es algo que abunde ni que la gente suela querer comer, por supuesto a veces priman los prejuicios que tengas por desconocimiento (el indio pica...) pero claro si no se consigue superar eso es normal que el sitio con el tiempo acabe cerrando. La comida también era buena la verdad, y te atendían muy bien.



Y por último nuestro más reciente descubrimiento. El Restaurante Pane e Vino nos ha cerrado recientemente. Al principio sólo pareció alguna reforma del local, pero luego quedó claro que sencillamente han cerrado. Este Restaurante Italiano que alguna vez nos han contado que llegó a tener una estrella michelín al poco de abrir (sin confirmar) no era el italiano al uso, es decir la carta de un italiano está claro que no puede hacer malabarismos, la pasta y las pizzas son lo que son y es lo que hay, pero dentro de eso estaba tan alejado de las franquicias que ahora nos invaden (y que pueden llegar a no estar mal puntualmente, pero no hay comparación) tenía tan buena calidad, era otra cosa. Comer aquí siempre era una buena idea y la verdad es que aquí sí que se veía habitualmente bastante gente, así que no sabemos las razones que han llevado a que cierre. Pero nos deja huérfanos de italianos de este tipo en Sevilla porque si bien las franquicias de las que hablamos no sólo siguen ahí sino que aumentan, este que era de los pocos de esta clase y calidad nos cierra. Lo que más duele es ver que en una de esas franquicias con una calidad mediocre comparada a un lugar como este en realidad sale igual o más caro comer de lo que costaba aquí. Pero así es la vida y las razones para que un restaurante tenga éxito, o no, a veces parecen inapreciables a simple vista. Lo echaremos de menos.



Así que ya ves Cuñada, los sitios vienen y van y a veces ni siquiera sabemos porqué unos cierran y otros no. Tendremos que seguir buscando lugares nuevos para sustituir a los que se nos han ido, aunque algunos parecen insustituibles.

lunes, 2 de marzo de 2015

Restaurante Aladdin Sevilla

Pues Cuñada ya tocaba una entrada de este sitio. Y antes que nada decir que hay varios sitios por Sevilla con el mismo nombre, hasta el logotipo de algunos es similar, pero en cada uno de ellos la carta es diferente aparentemente, y en cualquier caso como no los hemos probado no podemos decir nada. El que te enseño hoy es el Restaurante Aladdin "Santa Justa", cerca de la estación de tren del mismo nombre.

De entrada la verdad es que parece un sitio de Kebab sin más, de hecho tienen reparto a domicilio y demás, y podrías quedarte ahí muy contento porque los kebab efectivamente son muy buenos. Pero no, lo de restaurante no es por casualidad. En este caso es un restaurante árabe y en particular este se define como Jordano-Libanés (de ahí las diferencias con el resto de Aladdin, que de hecho tienen carta y descripción diferentes, cuando probemos otro ya comentaremos).

Así que como Jordano, kebab a parte, lo que podemos probar es cocina mediterránea, de esa que en realidad te suena conocida por las similitudes que tenemos aquí pero en platos que no habías probado nunca. ¡¡Y muy mal hecho!!! Después de pasar por allí sólo podemos decir que hemos tardado demasiado en probarlo, porque es estupendo y ¡¡nos ha encantado Cuñada!!



Hay que decir que nos atendieron muy muy bien, con explicaciones de todo y recomendaciones muy bien hechas. Así que después de pensarlo y como lo conocíamos mínimamente decidimos un plato degustación para dos con un poco de todo lo más típico (aunque no lo único que hay), y qué acierto...

Nos pusieron para empezar una salsa. Preguntamos y es de yogur, pero no exactamente como el tzatziki griego (del que cada país árabe tiene su versión) y que también tienen ellos. Esta salsa se usa para acompañar el resto y estaba muy muy buena,


Y el plato... Impresionante sólo el aspecto que tiene... Como centro carne de pollo de kebab, muy bien hecho, a la derecha del primer falafel una salsa llamada petra, que es de pimientos asados con limón, nueces y aceite, muy buena con un deje un poco dulce, y a la derecha del limón taboulé (el limón es para echarle) curiosísimo porque no se parece a lo que te suelen vender como taboulé, era como una ensalada muy fresca con la sémola de trigo justa, buenísima,


Como es tan enorme hice fotos alrededor para tratar de que se vea lo que tiene. Debajo de la carne de pollo en primer plano el arroz árabe que suele llevar frutos secos y algunas especias y está realmente bueno,

 Por este lado en primer plano uno de los falafel (buenísimos...) y a la derecha hummus con algunos garbanzos enteros encima y una salsa espectacular con mucho pimentón, de chuparse los dedos...

 Y aquí, a la derecha de otro falafel, mutabal, una salsa de berenjenas asadas con limón y especias (ufff) y la bola de helado es labaneh, un queso de cabra mezclado con especias, hierbabuena y aceite de oliva, con frutos secos molidos por encima (uffff, ufffff),



Sólo es una muestra de lo que hacen, pero menudo acierto. Todas estas salsas se pueden acompañar con la salsa de yogur que no ponían a parte al principio y se comen con pan árabe, algo entre el pan de pita y el chapati indio, muy bueno y también hecho por ellos (por cierto que es el que usan para los kebabs en vez de usar tortillas mejicanas como la mayoría). Sin palabras Cuñada, realmente bueno todo, y como te digo en el fondo un tipo de comida que no nos suena tan lejana. De repetir muchas veces.



Para acabar, aunque terminas muy lleno con esto para dos, un pastel árabe había que probar. Cómo no un hojaldre en este caso con miel y piñones, creo recordar que relleno de alguna crema. Perfecto para completar la comida, muy bien hecho y un hojaldre fino,

 Y para bajarlo todo té verde árabe, con menta, ya te lo dan preparado como hacen ellos (hay que pasarlo de la tetera a los vasos varias veces) y muy muy bueno también.



Y lo mejor de todo, como ves esto no es "sólo" un kebab aunque si pasas por la puerta sin fijarte ni entrar pueda parecerlo, pero sí tiene un precio casi de kebab, así que comes por apenas 25-30 euros para dos (con bebida, postre, etc). O sea que bien hecho y además barato. Qué más se puede pedir... Probaremos más de estos desde luego.

martes, 6 de enero de 2015

El Ni Neu del Kursaal, Donostia

Cuñao... que después de tanto atracón con tu suegra y demás familia, hoy puedo decir por fin que doy por clausuradas las navidades 2014 y además, creo que empiezo el año "jaquetona".

Te explico:
No sabía ni si poner este post, porque no va a ser muy bonito, pero creo que ya está bien de poner sólo las cosas que nos han chiflado/encantado/enganchado.  Igual deberíamos llegar a decir abiertamente lo que no nos ha gustado, así que ahí va...

El Ni Neu del Kursaal donostiarra.
Esta cena la hicimos ya hace tiempo pero la tenía en la recámara por lo que te he dicho, pero me animo a contarte lo que pasó. (aunque la verdad es que cenamos de maravilla)


El sitio, ya sabes, marco incomparable, kursaal, pleno gros, modernete y con cocinero de "nombre" que me imagino (o quiero imaginar) se desloma en la cocina.


Tienen, aparte de carta, un menú de degustación bastante bien de precio.  Ahora no recuerdo, pero rondaba los 30 €.  Además puedes hacerte un mix entre este menú y alguno de la carta.

Y ahí voy... empezamos mal.  Estábamos SOLOS en el comedor y tardaron cerca de 20 minutos en traernos la carta.  Uy... que a mi eso me calienta que no veas, pero bueno, la cena era de las de sin prisa, de parejita... en fin... quise pasarlo por alto.
Quise!  porque no pude! Al traernos los primeros, (yo particularmente ya tenía hambre), me trajeron el gazpacho de sandía con atún, pero nada con qué llevármelo a la boca.  Hice varios aspavientos, pero bien sabes sobre mis super-poderes de invisibilidad así que al final me tuve que levantar a pedir una cuchara.  La trajeron rápidamente y después de 25 excusas, reverencias y "disfrute usted de la cena" pude empezar a cenar.
He de decir que tanto el gazpacho de sandía con atún como los cogollos estaban excelentes.




Ah... también se les olvidó traer el pan. (incluido en el menú)
También tardamos bastante en conseguirlo... (el cabreo iba subiendo por la espalda)

Si, cuñao, cabreo, porque según teníamos que hacer esfuerzos para degustar todo aquello, los chavales que servían las mesas estaban fuera fumando, que es que encima ni disimulaban.  Apoyados casi en nuestra ventana con un pie en la pared, ahí fumando, y nosotros sin cuchara ni pan.
En principio no es una tragedia, soy muy consciente, pero vaya..... primero atiende a las mesas, y segundo igual no debes fumar mientras curras en un restaurante que va de tener cierta talla.

Bueno, que me caliento todavía.... (uf. veo que no se me ha pasado del todo el cabreo)

Llegaron los segundos, buenísimos.  Medio bogavante absolutamente en su punto, se despegaba solo de la cáscara. Te diré que no usé los artilugios de marisco...


El consorte tomó tomate relleno en salsa de chipirón.  También buenísimo.



Los postres también buenos. Yo tomé espuma de chocolate, con helado de jengibre. Buenísimo !!



Y el consorte un bizcocho de frambuesa con helado de frutos rojos. Este me pareció excesivamente dulce....


El remate fue en el café, que también se olvidaron de la cucharilla y que también me tuve que levantar a pedirla.

La comida muy bien, el servicio no tan bien, y el recuerdo que tengo es agridulce.