domingo, 14 de diciembre de 2014

Restaurante Pulcinella, Getxo (Bizkaia)

Cuñao... que ya te dije que tenía varias cosas para contarte.... aquí va otra.

A finales de noviembre, fuimos a Getxo a cumplir con nuestras obligaciones comiqueras de ver las novedades en la feria anual, así que a la hora de la manduca, pillamos el tripadvisor y nos guiamos por las criticas,  y sinceramente, nos chocó mucho ver un nombre italiano: El pulcinella.  Llamamos para reservar y más nos chocó todavía que toda la conversación fuera en italiano.
En principio eso debería ser buena señal de identidad del sitio, así que con gran expectación allí que fuimos a la hora indicada.

El sitio, un poco sin más, bar abajo, restaurante en primera planta, y ya ves, cortinones, columnas, etc, bastante "italiano" megasobrio, nada de botellas de chianti colgando por todas partes ni fotos de la nonna, ni nada de eso.

Nos recibió el dueño (supongo) que parece que lleva miles de años en Getxo, pero que se niega a renunciar a su italiano natal, así que nos habló en italiano todo el rato y consiguió teletransportarnos automáticamente a algún callejón romano (tuvo su gracia el asunto, a pesar del adulamiento excesivo, rosa incluida al final)


Pero a lo que vamos:
Primero nos pedimos unas bruschettas de jamón, que llevaban tomatito por debajo.  Empezamos bastante tarde, así que yo personalmente las devoré... muy ricas.


El consorte se pidió unos raviolis con crema de calabaza.
Nunca hubiera pensado en esa mezcla, pero te aseguro que estaba buenísimo, finísimo.
Luego mirando por interné, vi que es bastante habitual. Habrá que probar a hacer en casa... y seguro que no nos sale igual


Yo pedí unos tagliatelle al pesto, que ejem... estaban también maravillosos. tenía varios tipos de queso, que se fundían. (jarl!! me está entrando hambre)  nada aceitoso, muy bueno.


Como no, de postre tiramisú casero.
Ya sabes que aunque sea sólo por compararlo con el mio, (y ver si realmente me sale bien), siempre que veo que hay tiramisú casero lo pido.  Este tenía para mi gusto el mascarpone demasiado denso, pero de sabor estaba buenisimo.


Y por completar, el vero capuccino, que leímos que era estupendo.
Por lo que dijo el consorte, si, era cierto... también muy bien.


Lo que te decía, al final, regalo de rosa incluida !!
Todo lo regamos con un orvieto clásico que no conocíamos, pero le pedimos algo afrutado para la pasta, y resultó muy bien.
Salíó por unos 60 €, que bueno no es barato precisamente, pero bueno ... un día es un día, y la verdad es que salimos cantando tarantellas.


El sitio está un poco escondidillo, en un callejón peatonal (Reina Mª Cristina nº 3) pero se encuentra fácil.
Muy recomendable, cuñao !!!!



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