domingo, 23 de febrero de 2014

La Chaparrita, mexicano en Sevilla

Pues sí cuñada, otro más, pero no uno cualquiera. El Restaurante La Chaparrita lo conocimos hace un tiempo y teníamos muy pendiente volver y hacer un reportaje, porque merece la pena.

¿Sabes eso que te dicen en todos los mexicanos que dan auténtica comida mexicana? Evidentemente no es verdad, pero justo en este sí que es cierto. Es decir, a no ser que te pongan muy mal, casi cualquier mexicano tiene comida que está buena incluidas franquicias, pero eso que aquí nos venden como comida mexicana en general no lo es y en realidad es eso otro que suelen llamar Tex-Mex, aunque no siempre lo especifican, y que no es ni más ni menos que la interpretación americana (de Texas) de lo que es la comida mexicana. Efectivamente puede que en Texas y USA en general coman eso como mexicano, y es lo que nos llega aquí, pero un mexicano en México no y la mayoría de aquello le suena a Chino, incluso aunque muchas cosas se llaman igual puesto que tienen el mismo origen. Pues bien, esto es un restaurante mexicano, regentado por un mexicano, y que cocina como lo haría en su casa, nada de inventos. Y cómo cocina...



Como había que probar y no queríamos quedarnos en un par de platos porque ya sabemos que esto suele llenar muchísimo pedimos un menú degustación que tienen (para 2 mínimo), y fue todo un acierto.


Primer plato,

Guacamole (izquierda), ¡¡si no lo pusiesen habría que pedirlo!! Pero nada parecido al puré que se suele hacer, aquí el aguacate está cortado muy pequeño pero no machacado, con tomate, cebolla, y sospecho que lima y alguna especia pero todo muy suave. Como dicen que tiene que ser el Guacamole, sin perder el sabor del aguacate, y como diría 007, mezclado, no agitado... impresionante cuñada, el mejor guacamole que he comido nunca, con un sabor espectacular.

Chilaquiles (derecha), como dice la carta una especie de migas a lo mexicano, en el fondo tortilla de maíz, pollo muy desmenuzado, con cebolla y nata. Nosotros además le echamos la salsa de tomate que ponen, en teoría es el picante a parte (aquí siempre lo ponen a parte para quien no le guste) aunque yo probé los dos y ninguno me pareció que picaba. Buenísimo de nuevo.

Sopes de pollo (abajo), una masa de maíz en el fondo con pollo, nata y aguacate encima, muy suavito y también buenísimo,


El plato intermedio, tostada de Tinga, una base de tortilla de maíz frita y crujiente con guiso de ternera con cebolla encima. Es el único plato que lleva picante obligado de la carta por lo que nos explicó el camarero porque tiene que ser así, pero llevaba muy muy poquito. Y aún así, si a alguien le pica te ponen nata para echarle que suaviza ese picante por completo. Impresionante cuñada, la próxima vez que vaya pediré esto en plato completo. Probé a echarle la nata a un trocito pero además de innecesario porque casi no pica te mata el sabor buenísimo del plato, así que mejor comerlo tal cual,

Y segundo plato,

Taco de cochinita pibil (arriba), posiblemente te sonará el nombre porque se ve en algunas cartas, pero te aseguro que no has comido nada parecido ni de lejos... es un guiso de cerdo con especias impresionantemente bueno... el otro plato que pediré completo la próxima vez que vaya, bufffff.

Quesadilla norteña (derecha), típica quesadilla de queso, en teoría nada especial, pero no sé si llevaba algo más, quizá alguna grasa para hacer a la plancha la tortilla, y estaba realmente buena.

Guiso de frijoles con carne (abajo), frijoles cocinados en este caso con carne de ternera, para rebañar con los nachos (bueno totopos), y también buenísimo... Toda la carne en este restaurante está cocinada realmente bien, y de una manera muy particular.



Buffffff, cuñada, qué decir, sin palabras... Todo era riquísimo, muy bien hecho, y te quedas con ganas de más. En este caso el menú degustación para 2 y bebidas salen por no llega a 33€, muy bien teniendo en cuenta cuantos platos diferentes hay ahí. Y además, ahora habrá que volver a por raciones completas de los platos que hemos probado, porque están tan buenos que saben a poco, pero con este menú desde luego conoces un poco de todo lo que hay. ¡¡De repetir muchas veces!!

domingo, 16 de febrero de 2014

Restaurante Ikaitz (o el "caballo ganador" de gros)

JA !!! cuñaoooo !!! Mira qué ilusión !!! una seguidora del blog, Maribel,  ayer estuvo en el Restaurante Ikaitz y ha mandado un mail con fotos y todo.
Cómo me alegra saber que hemos aportado nuestro granito de arena a expandir las bondades del Ikaitz, porque como bien sabes,  es uno de "esos" que puede pasar bastante desapercibido al ser un sótano, pero lo que sale de las cocinas es pura magia.
Ayer tenían "cena de humor" y me encanta saber que estaba lleno, y sobretodo que la calidad de la comida no baja aunque la velada se complete con un monologuista (cosa que pasa en bastantes sitios).
Pues eso... que todas las dudas de que si un blog sirve para algo o no... ya están disipadas !! si ha servido para dar a conocer este y algún otro restaurante más de los que nosotros ya hemos visitado... bienvenido sea !!
Gracias a Maribel por seguirnos y ea!! que no decaiga !!





domingo, 9 de febrero de 2014

Receta: Flan de cuajada, el postre del cuarto de hora

Cuñaooo, después de unos meses de "estar a otra cosa..." retomo con ganas el compartir recetas y otras experiencias.
Empiezo con un postre megasencillo que hice el otro día que vinieron mis amigos a cenar a casa. La premisa de aquella cena fue hacer una cena completamente euskaldun y con recetas básicas.  Así que después de unos manjares que ya te contaré en otros post, voy con uno de los postres (hubo otro que también te contaré):  Flan de cuajada, que por otra parte, supuse que en honor a mi dieta era una de las cosas más lights que podía hacer.
Allá voy
Ingredientes para 8 flancitos (molde normal de ferreteria)
2 sobres de cuajada, 
400 ml. de nata de la de 18% de grasa (la de cocinar, vaya...)
500 ml. de leche (yo usé semidesnatada por aquello de la dieta)
azucar al gusto (yo eché poquito, pero allá cada uno)


He de decirte que el proceso no dura ni un cuarto de hora, así que es de los de hacer en domingo a la noche (cosa que he hecho hoy) y tienes postre para toda la semana.


Del medio litro de leche,  se echa en un vaso un poquito para poder disolver los dos sobres de cuajada.
Lo demás se pone en un cazo: la leche, la nata y el azúcar.


Mientras, vas preparando los moldes, con su caramelo.  Si tienes ganas / paciencia.. haces el caramelo, pero yo lo hago con el de bote, que también queda bien.


Cuando hierva lo del cazo, lo quitas del fuego, y echas la cuajada disuelta en la leche.  Se remueve todo para mezclarlo bien. Se pone otra vez al fuego y cuando vuelva a hervir se apaga y retira del fuego.


... y ya está cuñao !!!  Se rellenan los moldes.


Ya ves, salen ocho justos.  Esperas a que se enfríen un poco, se meten al frigo y en un par de horas han cuajado.