Pues sí cuñada, visitamos este sitio que conocimos por casualidad y nos hemos llevado una grata sorpresa.
La Comidilla es un restaurante, o bar, o no sé muy bien cómo definirlo que no lleva demasiado tiempo, en un lugar de esos céntricos pero escondido, en una calle pequeña de no demasiado paso pero justo detrás de zonas con muchísimo movimiento, que incluso pasa desapercibido cuando cruzas por delante si no lo conoces. Está en plena Triana, pero ya en los límites, o comienzos según se mire, del barrio, justo detrás de mercado de Triana y del puente, y enfrente de un sitio que conoces, el famoso Casa Cuesta y que ahora con el auge de la zona peatonal de la calle San Jacinto está más movida con varios restaurantes nuevos todos juntos, pero que siguen sin "estar a la vista".
Es un sitio de los que te gustan, han aprovechado el local antiguo, no sé qué habría allí antes aunque parece que también pudo haber algún sitio de comidas, pero con estilo, manteniendo lo que han podido pero con algún diseño y detalle moderno o actualizado más bien. Así que aunque lleve relativamente poco abierto, tiene ese aire de lugar "de toda la vida" pero moderno o actual.
Así que la carta tampoco podía ir en otra línea. No muy extensa pero suficiente, con cosas de las de siempre, pero sus detalles de cocina un poco más elaborada (sin pasarse tampoco), y con realizaciones de mucha calidad incluso en los platos más típicos. Eso sí, los precios sí son los de cualquier bar del barrio con tapas muy baratas,
Y aquí lo puedes ver, salmorejo, cómo no, buenísimo, muy bien hecho, fino pero con cierto espesor, el jamón bueno, y la tapa de cantidad más que aceptable,
Croquetas caseras, realmente caseras, en este caso de cocido muy buenas, pero luego nos enteramos que las hay que setas y de queso con mermelada de cebolla que nos quedamos con ganas de probar,
Atún a la plancha, también muy bien hecho pero no era al atún típico con ajo y perejil, no llegué a distinguir qué era lo que tenía pero lo hacía muy bueno,
La típica ensaladilla, en este caso nada basta, muy homogénea, y muy buen sabor,
Brocheta de cordero, sencilla pero bien hecha, acompañada con mermelada de cebolla también casera, aunque aquí creo que más de adorno,
Taleguilla de queso y gambas, aquí la mermelada de cebolla sí que era un añadido que mejoraba aún más el plato. Muy fino, buenísimo, y con la mermelada el bocado era perfecto,
Y ya puestos no íbamos a no pedir postre, en la carta hay tarta y crepes. Pedimos una crepe de chocolate, hecha en el momento y buenísima también. La otra opción era dulce de leche que quedamos con la duda, pero había que pedir chocolate,
Y así que comimos. Realmente a gusto, el sitio no es muy grande pero es muy interesante, y con un estilo que nos gustó mucho tanto estética como comida. Curiosamente aunque no estaba lleno y a pesar de no ser de paso algunos de los pocos que había eran turistas, así que posiblemente este sitio aparece en alguna guía, pero es más que recomendable. Por cierto que no sólo tienen esas tapas y platos, también tienen carta de vinos, y ¡¡hay Txakolí!! La cuenta, entre dos, casi ridícula para lo que pedimos,
Pues contentos que salimos Cuñada, y la lista de sitios a visitar crece y crece para tu próxima visita... Sin ser exactamente lo mismo ya hemos puesto un puñado de sitios por Sevilla con cocina un poco más moderna, y no sabes cómo se agradece, aun cuando las cartas puedan tener la carne y pescado de por aquí de siempre, pero sólo la modernización a la hora de elaborar los platos que también influye en la calidad ya es muy bienvenida.